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Tarifas de gas y
subsidios: un
dilema a resolver
En este artículo, el autor, encargado del sector del gas
de la cooperativa Copetel, realiza un interesante
análisis sobre un tema que tiene en jaque al sector.
Analiza los subsidios y el valor del servicio en función del costo.
ACTUALIDAD - OPINIÓN
M
as allá de las críticas que se puedan hacer
al gobierno nacional por los errores que
comete ante la crisis energética que vivimos, es
válido reconocer que ha heredado de los ante-
riores (marido incluido) un campo minado difícil
de transitar.
Uno de los aspectos más conflictivos lo consti-
tuye el corsé de acero conformado por el feno-
menal "merengue" de las tarifas congeladas y
los subsidios crecientes, en particular los que
corresponden al consumo de gas en sus dife-
rentes formas de expendio, tema al que nos
referiremos específicamente.
Por un lado está el tironeo de las distribuidoras
de gas que pujan por obtener un aumento de
tarifas, lo cual se ha logrado solo para la indus-
tria y los grandes usuarios. Pero como se man-
tienen las demás tarifas congeladas desde
2002, las obras que aquellas no pueden finan-
ciar se pagan con lo que recauda el Ministerio de
Planificación a través de los Fondos Fiduciarios,
motivo de algunos conocidos y publicitados
(pero nunca resueltos) escándalos de corrup-
ción.
Mientras esto ocurre en el "copete" del proble-
ma, en la base las diferencias se han ahondado
considerablemente desde que el precio local del
gas licuado (GLP) se alineó con el internacional,
mientras que el Gas Natural (GN) mantuvo su
mentiroso nivel de precios internos frente a los
internacionales, situación ésta que se pone de
relieve cuando la señora presidente fracasa en el
intento de acuerdo de provisión de gas desde
Bolivia, a quien le debe pagar un precio mas alto
que el que le cobramos a Chile por el mismo
producto.
¿De dónde arranca el problema? Resulta claro
que desde la privatización a mansalva del sector
gas en los '90 de la mano de Menem y Cavallo,
con la complicidad de los gremios y de los
votantes que creyeron el cuento del "primer
mundo". Y pese a que se insiste en decir que el
pobre gobierno de De la Rúa tuvo algo de culpa
en esto, lo cierto es que el asunto se agravó con
la famosa pesificación asimétrica de 2002, la
consecuente crisis económica y la posterior polí-
tica de subsidios y congelamiento de tarifas
alentada por la obsesiva necesidad de ser popu-
lar que padeció (y padece) el gobierno K's.
En este contexto, los usuarios de gas licuado
envasado aparecen periódicamente como
caballito de batalla en algunos discursos políti-
cos, pero como nadie corta rutas pidiendo que
baje el precio de la garrafa, el problema se redu-
ce a buscar formas de mitigar el problema con
algunas medidas coyunturales entre las cuales
se destaca la de la "garrafa social", sistema que
se cargó mas en la espalda de los fraccionado-
res que en la del estado responsable, siendo
destacar la actitud solidaria de las cooperativas
que venden gas licuado, que pese a ocupar
poco mas del 4 % del mercado mantienen sus
puestos de venta de la garrafa social mientras
algunas empresas los reducen o eliminan.
En última instancia la víctima, el usuario de la
garrafa, termina pagándola mas cara ó que-
mando leña, kerosén o su propia casilla de
madera.
Mientras tanto, quemar GN por redes es hoy
casi un regalo, ya que su precio relativo baja
cuando la inflación (aún la del INDEC) crece,
beneficio que se incrementa con la vigencia del
sistema de premios por bajos consumos
(PUREE) y de los subsidios que benefician (en
este caso legítimamente) a las zonas mas frías
del país.
Para certificar estos dichos basta conocer qué
pasa por ejemplo en la ciudad de Neuquen,
capital de la provincia que provee la mayor parte
del gas que se consume en el país, cuando
comparamos un usuario de GN con uno de GLP
envasado.
Recordemos al respecto cuales son los cargos
que paga un usuario de GN:
- Cargo Fijo; Valor del Gas consumido; Ingresos
brutos; Contribución según Art. 75 Ley 25.565
(0.004 $/m3 - subsidio patagónico y otros);
Contribución Ley 25413 (Fondo Fiduciario recu-
pero de inversiones) e IVA .
Y cuales son los subsidios o beneficios que reci-
be
Subsidio Zona (s/Art. 75 Ley 25.565 y Dto.
786/2002); Incentivo Res SE 624/05. Por Ahorro
de energía, si corresponde.
Sobre esta base, en la tabla siguiente se compa-
ra que un usuario de GN de Neuquén capital
con uno de gas licuado envasado de la misma
ciudad o su zona de influencia, comparación que
resulta válida para una gran región que abarca a
las provincias vecinas.
Como se ve, mientras el usuario de GN quemó
en seis meses (20/6 al 20/12) 898 m3 de gas de
9300 Calorías, equivalentes a 696 kilos de gas
licuado ó al contenido de casi 70 garrafas, no
sólo no pagó un peso sino que además la distri-
buidora le devolvió un crédito a su favor (por
consumir un poco menos que el año anterior) de
$ 39,53.
Mientras tanto, si un usuario de gas envasado
hubiese querido tener el mismo nivel de confort,
quemando la misma cantidad de energía, ello le
hubiese costado más de $ 1500 en los seis
meses, es decir un promedio superior a los $
250.- mensuales, situación a todas luces impo-
Por el ingeniero Raúl E. Ortiz*
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GAS x REDES & GLP