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H
asta no hace mucho tiempo atrás, las
voces apocalípticas de consultores y
ex funcionarios varios (fogoneadas desde
las mismas petroleras) vaticinaban la
importación de gas a la brevedad. Sin
embargo, anuncios de mejores precios a
boca de pozo hicieron que de la nada sur-
giera que la petrolera YPF anuncie el
hallazgo de reservas de gas que permitiría
lograr las reservas necesarias para los pró-
ximos cincuenta años.
¿Y el GLP? Como dijimos en la edición
pasada, las petroleras aseguran abasteci-
miento si se les confirma que el subsidio
que recibirán para la cuota del mercado
interno es el equivalente del 45% del pre-
cio de paridad exportación. Hasta 2010,
ese subsidio sólo representaba el 23% de
la paridad.
Estos dos párrafos que anteceden nos sir-
ve para entender cómo vendrá los años
2011 y venideros. Lentamente los precios
tienden a ubicarse en valores internaciona-
les. Cabe destacar que parte del creci-
miento productivo y de consumo que se
dio desde 2003 a esta parte se debe a que
la energía tuvo un costo relativamente bajo
respecto a los valores internacionales.
Gas Natural
Qué fue lo que encontró YPF, lo que el
licenciado Eduardo Barreiro viene anun-
ciando desde estas páginas desde hace
varios números: el shale o tight gas, es
Luego del anuncio de YPF de aumentar
el horizonte de producción de gas de 6
a 16 años, revierte el actual escenario de
declive productivo. Esta nueva realidad
es producto de un sinceramiento del
precio del gas en boca de pozo.
decir todo ese producto que necesita de
un esfuerzo no convencional para extraer-
lo, pues no se encuentra junto al petróleo
en cualquier pozo. Por ejemplo, el “shale
gas” es la reserva de gas alojada en los
poros de los esquistos (shale, en inglés),
que son las rocas que contienen minerales.
Para la extracción de shale gas se utiliza
una mezcla de agua y arenisca que es
inyectada a gran presión dentro del pozo,
para romper la roca arcillosa, pulverizándo-
la hasta dejar que escape el gas contenido
en sus poros. Es un sistema más costoso
que el convencional. Por ejemplo, requiere
de 50 contenedores de agua por pozo,
contra 10 o 12 contenedores necesarios
para un pozo de gas convencional.
Ese sobre costo es trasladado al precio
final. Hoy el gas convencional que se pro-
Igualmente se continuará con la importación de gas.
vee al mercado en general tiene un precio
fijado por el Gobierno Nacional de 2,2
dólares por millón de BTU. A partir del
marco de nuevos precios que ofrece el
Programa Gas Plus, impulsado por el
Gobierno Nacional, las petroleras piensan
ofrecer ese “nuevo gas” a un valor de entre
5 a 6 dólares por millón de BTU.
¿Quíenes serán los compradores de ese
gas con precio elevado? Grandes indus-
trias y las centrales generadoras de ener-
gía eléctrica. Quienes no van a sufrir ese
aumento son los usuarios domiciliarios que
se rigen con tarifa regulada.
Este nuevo gas a un precio de 5 a 6 dóla-
res por millón de BTU, es más barato de
los 9 dólares que se pagan a Bolivia y
“muchísimo” más económico de los 17
dólares que se abonan por el gas natural
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GAS x REDES & GLP
El gas no convencional
suplantará la caída de
la producción de gas
convencional.
Si el precio está,
el producto también
La presidenta Cristina
Fernández de Kirch-
ner
anunció
el
aumento de reserva
de gas de YPF, lo
cual cambia la reali-
dad de una situación
de caída a otra
mucho más esperan-
zadoras.