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Las distribuidoras y subdistribuidoras ante una encrucijada que pone en juego su futuro.
El problema y la solución
está en el valor de la tarifa
L
a situación de las distribuidoras y subdistribui-
doras de gas por redes (de gas natural o glp)
es realmente crítica, debido al congelamiento tari-
fario que existe de enero de 2001, cuando se
devaluó el peso argentino en un 200%. Desde
entonces, todos los costos que hacen al desarro-
llo del servicio se triplicaron al ritmo del dólar,
tanto el insumo básico (gas) hasta los caños de
distribución o un simple medidor de consumo
domiciliario.
Esta situación se entiende de la siguiente mane-
ra, tras la devaluación la tarifa domiciliaria, comer-
cial e industrial en la argentina es cuatro veces
más barata a similares clientes en Europa o Esta-
dos Unidos. En promedio un cliente tipo paga
hoy aquí, unos 0.70 pesos por día para abaste-
cer su hogar de gas natural, es decir que por ese
servicio invierte menos de lo que le cuesta un
boleto de colectivo. Este gas es más barato que
cualquier otro combustible sustituto.
En la factura abonada por el usuario, el 38,6 %
del monto, corresponde a impuestos (IVA, Sellos,
Tasas provinciales y municipales), mientras que el
resto es para sostener e invertir (imposible) en el
servicio.
El panorama de las distribuidoras es crítico, aun-
que ven una luz de esperanza en el último viaje a
España que realizó la candidata presidencial Cris-
tina Fernández de Kirchner, cuando aseguró que
habrá actualización tarifaria.
En el caso de las distribuidoras de gas por redes
(que atienden las 9 zonas exclusivas de distribu-
ANÁLISIS - REDES DE GAS
ción que abarcan la totalidad del país, con redes
que totalizan casi 110.000 kilómetros y más de
seis millones y medio de hogares argentinos), la
situación es delicada porque tienen compromi-
sos (deuda) externos por más de 2.000 millones
de dólares que tomó para financiar inversión en
infraestructura. En otras palabras, los ingresos no
son suficientes para pagar la deuda contraída y
tampoco para desarrollar diferentes planes de
expansión.
En el caso de los subdistribuidores, la situación
aún es más extrema. Sin la espalda financiera de
La expansión en redes
cayó en función de la falta
de rentabilidad.
Por esto, el congelamiento
tarifario juega en contra
del sector y de la mejor
calidad de vida de la
gente.
Distribuidores y subdistribuidores están asfixiados finan-
cieramente debido a la tarifa congelada.
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GAS POR REDES & GLP
Al cierre de esta edición dos noticias coinciden
con la crítica situación energética. Pese a una
demanda, en especial domiciliaria que crece a
pasos agigantados, la producción de gas natu-
ral cayó 0,9 por ciento en el acumulado desde
enero y 1,9 por ciento en junio, según informó
el Indec.
En este sentido la Comisión Económica para
América latina y el Caribe (CEPAL) alertó que
por "señales de precios que desmotivan la
inversión", la Argentina podría ser la excepción
en un boom de proyectos relacionados con el
sector de la energía en América latina y no aca-
pararía una parte importante de las "inversiones
energéticas por 267.000 millones de dólares
hasta 2030" que concentra el continente. "Los
recursos garantizarán la seguridad en el sumi-
nistro energético y ampliarán la producción de
fuentes renovables que hoy representan un
cuarto del total en la región", dijo el director de
la División de Recursos Naturales de CEPAL,
Fernando Sánchez-Albavera.
Brasil acaparará un tercio de esos flujos. En el
caso de Argentina, la situación dependerá de
las señales de precios, que hoy desmotivan la
inversión en prospecciones gasíferas, según
Sánchez-Albavera. Por su parte, las nacionali-
zaciones en Bolivia y Venezuela no generarán
una fuga de capitales a largo plazo.
Cae la producción e inversión moderada