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CAMARA ARGENtINA DE DIStRIBUIDORES DE GAS LICUADO
ABRIL 2015
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H
ay un viejo dicho popular que dice que a medi-
da que el carro avanza, la mercadería se aco-
moda. Esta apreciación se puede aplicar a la
reciente implementación del Programa Ho.Gar, que
da un nuevo encuadre a la comercialización de gas
envasado en el país.
En primera instancia, celebramos que los subsidios
estén dirigidos principalmente a la demanda, pues de
esa manera se mejoran el uso y distribución de los
recursos públicos. Esta nueva modalidad fue sugerida
en otras ediciones por Cadigas. Tampoco se puede
dejar de señalar que los nuevos precios de referencia
colocan el valor de la garrafa en términos que se ade-
cuan a otros valores de referencia.
Sin embargo, desde esta Cámara observamos que
habría un incremento de la distribución clandesti-
na, producto de una serie de efectos no deseados
que estaría produciendo el Programa Hogar, que
en su esencia está bien encaminado pero que
necesitaría una rápida corrección.
La distribución clandestina se afianza porque hay
precios que la alientan y falta de controles que lle-
van a pensar que con un simple camión o camio-
neta con más de veinte o treinta años de antigüe-
dad puede obtener ganancias que no lograrían
aquellos que apostamos por construir depósitos,
capacitar personal y adquirir unidades cero kilóme-
tros como exigen las normas vigentes.
Entonces, estamos a tiempo para corregir y prote-
ger a la distribución, un sector que apuesta a man-
tener los puestos de trabajo, incrementar las inver-
siones y fortalecer muchos años de trabajo.
EDItORIAL
La clandestinidad
no juega limpio
Mario Daniel Jovanovich, Presidente